No Estás Buscando Una Pareja, Estás Buscando Una Parte Perdida De Ti Mismo

En las relaciones podemos caer en patrones que nos llevan a repetir los mismos errores, por lo que es importante entender lo que buscamos.

Seguramente ya has escuchado elrefrán: “los opuestos se atraen”. Pero, ¿has pensado por qué es así?

Los opuestos se atraen para aprender del otro y crecer

Carl G. Jung descubrió que a menudo operamos desde el inconsciente, incluso cuando no somos conscientes. En ningún ámbito es más evidente que en las relaciones de pareja.

Tanto es así que el introvertido tímido puede sentirse atraído por alguien extrovertido. La persona analítica, racional y lógica puede sentirse instintivamente atraída por alguien más emocional, sensible e intuitivo.

La lección de esta dinámica es explorar si hay el amor y la atracción son genuinos o si estás buscando una parte de ti mismo que sientes que no tienes. Lo que suele pasar es que buscamos que las relaciones cumplan la función de recordarnos esa parte perdida de nosotros mismos y una vez integrada, la atracción desvanece. Sin embargo, el verdadero amor reside en todo lo contrario, en no buscar en completar esas partes perdidas en nuestro inconsciente.

Profundizar en las profundidades de nuestras relaciones de pareja para nuestro propio crecimiento personal

Las relaciones de pareja representan un gran trabajo personal y no todo el mundo está dispuesto a bucear en lo más profundo de su propio ser, de su mente inconsciente. Especialmente cuando estamos constantemente buscando en los demás partes de nosotros que no reconocemos. Consecuentemente, dependemos de nuestra pareja para satisfacer esas necesidades.

La clave está en aprender a ser testigos de esas cualidades en nosotros mismos, cultivarlas desde dentro y aprender a amar al otro por lo que es y por las cualidades que posee.

Cuando no buscamos ser compensados por la otra persona, no hay condiciones para nuestro amor, no hay nada que necesitemos. En lugar de una obligación, elegimos libremente pasar tiempo con alguien. Entonces entramos en una relación de pareja donde damos a nuestra pareja el mejor regalo podamos hacer: la libertad.

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